Con la autoridad que le otorga ser uno de los dos jugadores con más títulos de Liga en la historia del Club Guadalajara, Sabás Ponce habló de cómo se vivían los partidos contra el América en las décadas de los 50 y 60, época en la que el Rebaño ejerció una paternidad sobre los entonces apodados Cremas, que marcó el surgimiento de la rivalidad más importante de la actualidad en el Futbol Mexicano.
Ganador de ocho campeonatos de Liga, que lo convierten junto con José Villegas, como el jugador con más títulos no sólo con las Chivas sino en la historia del balompié nacional en la etapa profesional, Ponce Labastida recordó la época en la que jugar contra el América empezó a tener un pique especial, pero el equipo tapatío en la mayoría de las ocasiones resultaba triunfador.
“Nos tocó que siempre éramos los papás del América, entonces no había mucha euforia por parte del América porque sabían que eran nuestros hijos en ese tiempo, en 15 años fuimos campeones ocho veces. Después del 60, ‘Memo’ Cañedo que era tapatío, él sabía la calidad; Televisa compró el América para que naciera el niño malo del futbol, fue cuando empezó la rivalidad a engrandecerse, no era Clásico, empezaron a meterle pique por medio de la televisión, la publicidad arrastraba a toda la gente”, apuntó.
El ex jugador del Guadalajara, que era un mediocampista con facilidad para jugar de primera intención, además de un sobresaliente fuelle, relató la sensación que el Guadalajara provocaba en la Ciudad de México cada vez que iba a jugar contra el América, rival al que casi siempre derrotaba a la vez que crecía la rivalidad.
“El Guadalajara fue una cosa fuera de serie, lo digo no porque haya pertenecido a ese equipo. En ese entonces viajábamos en tren al DF, llegando a la estación Buena Vista era un gentío que había, la euforia por recibirnos, de ahí nos íbamos a un hotel de Insurgentes, después a visitar a la Virgen (de Guadalupe) y era una procesión de gente, de periodistas para tomarnos fotos afuera de la Villa.
Al día siguiente había misa en el hotel y nos íbamos al estadio, ganábamos como siempre, ya decían nos vemos en la estación a las siete y media de noche, llegábamos en carro para alcanzar el tren en Tula, Hidalgo; en el trayecto de regreso, el gentío de pasajeros no te dejaba pagar nada, te invitaban todo, pero eso sí, en la cancha demostrabas lo que había que demostrar”, manifestó.
De entre los muchos Clásicos contra el América que guarda en la memoria, Sabas Ponce recuerda en especial el partido en el que lograron el título Campeón de Campeones de la temporada, en el cual Guillermo el ‘Tigre’ Sepúlveda al ser expulsado arrojó su camiseta a los americanistas y dijo una frase que quedó para la posteridad ‘con esa tienen’.
“La vez que quedamos Campeón de Campeones en CU, que fue cuando el Tigre aventó la camisa, ganamos con nueve, sacaron a Héctor también, eran nuestros hijos, con ocho, con nueve, era una jetatura que teníamos sobre ellos, detalles de esos que los teníamos pisados siempre. Llegábamos a los partidos y nos veían de abajo a arriba, nos gustaba jugar de primera intención, en lo personal pedía la pelota porque ya sabía que se la iba a dar, llegaba otro y le decía ‘mi buen allá está la pelota’, era mucha diferencia de futbol de nosotros con esos equipos”, expresó con picardía.
Otra de las anécdotas contra el América que más alegría le provoca al integrante del Campeonísimo es la de un partido que ganaron en el Estadio Olímpico Universitario, una victoria que los dejó en ruta directa al título y que además le frustró a los jugadores América ganar un premio de un automóvil último modelo que les había ofrecido Guillermo Cañedo, presidente del club.
“Acabábamos ganar 2-0 en CU, si el América nos ganaba se emparejaba con nosotros, pero ya con ese triunfo al siguiente nos coronamos, les había ofrecido un Valiant último modelo a cada uno si nos ganaban, eso fue un jueves, al día siguiente fuimos a jugar a Villahermosa, Tabasco, a inaugurar una Unidad Deportiva, ahí era la burla de nosotros, agarrábamos la pelota y les decíamos ‘ahí te va tu último modelo’, nos ganaron 1-0 me parece, les entregábamos la pelota para que jugaran, era una burla en el aspecto deportivo”, señaló.
De esta manera, Sabas Ponce recordó cómo se vivían los Clásicos contra el América, cuando la rivalidad era dispareja por la jerarquía del Guadalajara como el máximo representante del Futbol Mexicano.
