Hace ocho años la vida le dio un giro de 180 grados a Mauricio Hernández Rizo, quien dio sus primeros pasos dentro del futbol con el Club Oro Jalisco, pero una destacada actuación en la Copa Gallos le abrió la puerta del Club Deportivo Guadalajara gracias a los ojos detectores del Profesor Jorge Domínguez, actual Coordinador del Departamento de Búsqueda de la institución rojiblanca.
Era septiembre del 2002, y el entonces infantil jugador tapatío de 11 años de edad llegó a Verde Valle acompañado de Giovani Hernández, su compañero de andanzas desde entonces, primero con los “Mulos” y después en el Guadalajara Sub-17. Desde su primer cotejo en forma en Verde Valle, el jugador “enganche” enseñó una técnica depurada que convenció a toda la estructura de Fuerzas Básicas rojiblancas, pues además condecoró su primer duelo como rojiblanco marcando un gol.
Con un entorno futbolero desde nacimiento, pues desde su propia gestación en el vientre de su madre ya lanzaba las primeras “pataditas” y después por conducto de su padre, quien llegó a jugar en la Tercera División le inculcó la pasión por el deporte desde los tres años, y aumentó con sus primos quienes en la actualidad aún militan en la Liga de Ascenso, Mauricio Hernández no podía seguir otra brecha que no fuera la del futbol y así lo hizo el joven volante rojiblanco.
Mauricio Hernández agradece a la vez al futbol el hecho transformar su personalidad obcecada por la de un líder propio en un equipo de futbol, con cualidades suficientes para ganarse a pulso el gafete de capitán de Chivas Sub-17, conjunto con el que tiene metas bastante claras a corto, mediano y largo plazo.
“A corto plazo quiero ser Campeón con mi equipo de Sub-17, a mediano una pretemporada con la Primera División y en un largo plazo busco debutar en la Primera División”, recalca Mauricio Hernández con voz firme y decidida, previo a prepararse a un charla con el resto de su equipo en Verde Valle.
Consciente desde que llegó de la magnitud de representar a un equipo como el Guadalajara, Mauricio Hernández Rizo pretende aprovechar al máximo todas las facilidades que le otorga la institución tapatía como los exigentes entrenamientos, la preparación integral y los intensos entrenamientos en cancha para ser cada vez más un mejor jugador para su equipo.
En su formación dentro de los muros de Verde Valle a Mauricio Hernández le ha tocado vivir de todo, desde un fatal accidente en carretera, mismo que también lo ayudó a crecer y también las gratificantes Finales donde le ha tocado saborear las mieles del triunfo y que poco a poco le han ayudado a escalar posiciones en el escalafón de Fuerzas Básicas de Chivas.
El capitán del Guadalajara Sub-17 se declara listo para seguir el ascenso en confianza y alcanzar la Liguilla por el título, que ya está a la vuelta de la esquina para los jóvenes rojiblancos. Por eso, Mauricio Hernández está preparado para ser el jugador de siempre, con el carácter necesario para ser un líder de su equipo, el de mirada levantada a la hora de conducir el balón, sin que nada lo detenga para conquistar su objetivo: La Primera División.
Mauricio Hernández a toque de primera intención
Hobies: Utilizar la computadora, escuchar música y jugar Play Station
Juego favorito de video: Los de FIFA
Género musical favorito: Electrónica, banda y cumbia
Si no fueras futbolista, ¿qué profesión tendrías? “Siempre relacionado al futbol, Preparador Físico o Maestro de Educación Física”.
Una anécdota: “Es reciente, el año pasado ganamos la Final de Tercera División a Estudiantes Tecos, le prometí la medalla de Campeón a mi papá y gracias a Dios cumplí. Ahora la guarda en un lugar especial en casa”, concluyó de esta manera Mauricio Hernández Rizo.