El aire fresco que apacigua el calor en el interior del Estadio Omnilife presagia un día espectacular, de esos dignos de guardar en la memoria, todos los involucrados en el nuevo festejo rojiblanco hacen su trabajo de la manera más eficaz desde los encargados de colocar el pódium, las mesas, y unifilas en acertado color rojo.
La música ambiental que recuerda que Guadalajara vive en pleno el año de los Panamericanos 2011, suena tenue mientras en los centros de mesa se coloca uno por uno en cada uno de los lugares asignados para los invitados especiales.Lo demás es procurar que todo sea perfecto, pues el acontecimiento así lo merece.
Los encargados de darle el brillo físico al santuario rojiblanco donde descansarán los 11 tesoros más preciados de la historia rojiblanca, dejan pisos y estructuras del flamante recinto rojiblanco dejan todo rechinando de limpio, tan lustroso que hasta asomo de vergüenza provoca pisar con calzado que ya carga la ardua jornada del día.
Todo es tranquilidad en el sitio en donde en pocas horas, la ilustre historia del Rebaño tendrá el sitio más especial en el Estadio Omnilife, el Museo Chivas Comex está a punto de salir a la luz y convertirse en una de las ramificaciones más importantes del Santuario rojiblanco, las mantas en rojo y blanco están a pocas horas de develar un acontecimiento, único y espectacular digno de la ilustre historia del Club Deportivo Guadalajara S. A. de C. V.
