Pese a que el sol ha aparecido con intensidad la mañana de este jueves en la cancha del Estadio Omnilife, los jugadores de la categoría 1994 de Sangre Nueva Chivas 2011 no ceden en sus intenciones de mostrarse de la mejor manera posible ante la mirada atenta de los visores rojiblancos.
No admiten distracciones y aunque el sonido local efectúa algunas pruebas de calidad, los jóvenes tratan de cumplir al pie de la letra con cada una de las indicaciones básicas en la recepción, conducción y pase del esférico, actividad que pasada la media hora deja satisfechos a los visores.
Los gritos de los arqueros, quienes en esta ocasión aparecen en buen número con 11 elementos y quienes trabajan a todo vapor junto al Profesor Jorge Peredo y Rolando Soto se escuchan desde las entrañas de la zona de calentamiento rojiblanca y poco a poco también aparecen en el terreno de juego del Estadio Omnilife para cumplir con la siguiente etapa del entrenamiento, los disparos a la portería.
El “golpe de calor” amenaza a uno de los jóvenes del equipo con casaca azul, de inmediato el Doctor Mario Robles acude al auxilio y apoyado por los paramédicos resuelve la situación con una revisión exhaustiva para descartar cualquier otra situación, una buena dosis de hidratación y el jovencito esta listo para regresar a la cancha.
A la hora del futbol en espacio reducido, el astro rey ya comienza a hacer a un lado a la sombra, pero los jugadores no dejan de exigirse, deben guardar energía, pues aún les resta dirigirse al complejo de Chivas Chapalita para llevar a cabo la actividad futbolística de este jueves en Sangre Nueva 2011.
