Toda una vida dedicada al futbol merece no equivocarse a la hora de detectar jugadores y en ese tenor, Hugo Díaz de la Paz es uno de los visores más experimentados que posee el Club Deportivo Guadalajara S.A. de C. V. y que en Sangre Nueva 2011 es una de las piezas fundamentales en la detección de jóvenes talentos.
Exigente a la hora de estar dentro del terreno de juego, Hugo Díaz guarda un sinfín de anécdotas que le envolvieron en sus épocas como entrenador de Fuerzas Básicas del Guadalajara y que ahora trata de transmitir a los chicos que adiestra dentro de Sangre Nueva 2011.
“Recuerdo la época en la que siendo entrenador de la Tercera División me vi obligado a sacar a un jugador que en la actualidad juega en Primera División porque no estaba rindiendo en la cancha, no hice ningún cambio para sustituirlo, jugamos con diez hombres y ganamos ese encuentro. De inmediato este jugador me preguntó porque le había hecho eso, simplemente le dije, para que veas desde afuera el gran esfuerzo que hacían tus compañeros, que era lo que a ti te faltó”, relató Hugo Díaz.
A partir de ese momento, aquél joven futbolista entendió la sabiduría de esa lección y ahora se distingue como un atacante lleno de entrega y pundonor que no da ningún balón por perdido, asegura Hugo Díaz al respecto.
“A uno como formador a veces le toca hacer entender al jugador para que mejore en su proceso, la forma en que se hace a veces puede parecer dura, pero cuando no quieres que un talento se eche a perder hay que intentarlo por todos los medios, aseveró Hugo Díaz de la Paz.
En la actual Sangre Nueva Chivas 2011, Hugo Díaz se siente como pez en el agua y espera que de esta labor puedan surgir jóvenes para la cantera rojiblanca.
“Como desde hace tiempo creo que hemos hecho una labor muy importante para el Club Guadalajara, con visoria en prácticamente todo el país, ahora en Sangre Nueva es exactamente lo mismo, pero sin salir de la ciudad, siempre estamos con la esperanza de traer a ese joven que llegue a formar parte de Fuerzas Básicas y trabajarlo para que llegué a Primera División.
La incógnita del jugador a quien aleccionó la mantuvo en el aire el Profesor Hugo Díaz, “por respeto no voy a mencionar su nombre, pero cada que lo veo lo saludo con mucha estima y él a su vez siempre recuerda la anécdota, y no hay día en que no me diga, gracias Profe por esa buena lección que me dio”, concluyó Hugo Díaz quien tranquilo se marchó a la cancha a continuar con su trabajo.
