Abel Arias Orozco tiene el privilegio como el mismo lo afirma de dirigir desde hace poco más de dos meses al conjunto de Real Abelito de Guasave, Sinaloa, un equipo al cual conformó con el apoyo de sus ahorros, fincados en 2, 600 pesos de pensión. Apoyar a los “plebes” en situación de calle, pandillerismo, drogadicción y desintegración familiar en la entidad sinaloense en su motor principal para llevar a cabo la noble acción de levantar este equipo de futbol.
“Los recursos son pocos, pero las ganas de todos nosotros, de los muchachos pueden más que todas las piedritas que te vas a encontrar en el camino”, levanta su voz potente el Profe Abelito Arias para contar los inicios de su escuadra que a pesar de arrancar con un tropiezo su andar en la categoría 1992 de la Copa Chivas 2011, este mismo miércoles ya se levantó con su primer triunfo por la mínima diferencia y están a pie de lucha en busca de la calificación.
“A los 15 años comencé a andar entre equipos de futbol, ahí fue donde comencé todo, antes no sabía ni lo que era, sólo le pegaba al balón y me pegaba en la cara o el mentón, pero no me importaba era algo que me divertía mucho”, relata sin ningún tapujo y lleno de confianza Don Abel Arias.
Con el tiempo la ardua labor de atraer a jóvenes para jugar al futbol y guiarlos por un camino recto en la vida parecía lo más difícil, pero buscando apoyos, zapatos y uniformes usados, y una pequeña cancha que arrendó y que sólo cuenta con la mitad de cancha con pasto fueron suficientes para arrancar con el sueño.
“Siempre le hemos buscado para mantener vivo el equipo, mucha gente allá en Guasave nos ha brindado apoyo para entrenar participar en torneos, incluso le “boteamos” un rato para poder venir a participar a la Copa Chivas que sabemos es un torneo muy importante en México,”, afirma el siempre optimista entrenador del Real Abelito, al mismo tiempo que muestra su insignia de rojiblanco de cepa en una cartera que exhibe bordado el escudo del Club Guadalajara.
A la hora de dirigir justo a la mitad de la cancha todo lo hace con deleite, manotea, grita a todo pulmón, ofrece indicaciones puntuales, todo con la invaluable ayuda de su hija adolescente, quien todo momento permanece a su lado.
El entrenador sinaloense expresa como pocos un respeto sincero hacía sus rivales, detalla cada jugada en la que su equipo tuvo peligros de gol en su caída de 3-0 ante su similar de La Gigantera, reconoce que “son errores humanos involuntarios”, los tres goles anulados en otro de sus encuentros frente a la Federativa y que provocó por otro lado caer por la mínima diferencia, pero se congratuló con el descomunal esfuerzo de su equipo para lograr su primer triunfo del torneo ante el Deportivo Roma, dedicado en especial a toda la comunidad de Guasave, Sinaloa.
El Profe Abelito Arias, es la fuerza, luz y tesón de su joven equipo, que se ha hecho de un buen número de seguidores en las tribunas los cuales se emocionan con sus encuentros. A sus jugadores les pide pelea en cada sector de la cancha, y sus “plebes” no escatiman esfuerzo, se mueren en la raya, y buscan a toda costa la calificación a la siguiente fase de la Copa Chivas 2011 contra el equipo de Bachilleres de Chihuahua.
“Yo le digo a los plebes, nada es imposible, son 11 contra 11 la pelota se va a mover a donde ustedes quieran llevarla y todos siempre tenemos que luchar. Mi conducta y mi manera de ser siempre ha sido luchar, porque está vida es de retos y el ser humano siempre tiene la capacidad de vencerlos, todo con la ayuda de Dios en primer lugar”, concluye su pequeño, pero sentido discurso el entrañable Profe Abelito, quien ni siquiera toma en cuenta su catarata congénita, la misma que poco a poco debilitó su vista.
Es hora de reunir a sus muchachos para preparar la estrategia a seguir para el crucial partido, y como ritual de buena suerte, toca y palpa a cada uno de sus jugadores les reconoce y llama por su nombre a cada uno de ellos. La última petición sale del alma: “A luchar, entregarse y dejen esto en la cancha”, les pide el Profe Abelito Arias señalando en dirección al corazón.