El arranque de las Chivas en el Torneo Verano 98 no fue sencillo. El Rebaño tardó en adaptarse a disputar por primera vez dos competencias en un mismo semestre, ya que además del campeonato mexicano hizo su presentación en la Copa Libertadores de América tras superar una etapa de Pre Libertadores, en la que participaron América y los clubes venezolanos Caracas FC y Atlético Zulia.
Durante las primeras nueve jornadas del torneo local, Guadalajara no conoció la victoria, pero a partir de la décima fecha en la que venció por 2-0 a los Tiburones Rojos del Veracruz en el Estadio Luis ‘Pirata’ Fuente, el equipo tapatío inició una racha de cinco triunfos la cual cerró con una goleada por 4-0 sobre los Pumas de la UNAM en el Estadio Jalisco, victoria que ha quedado enmarcada como la más abultada del conjunto rojiblanco dentro de la racha de 30 años sin perder contra los felinos en la Perla Tapatía.
El sábado 21 de marzo de 1998, en duelo correspondiente a la Jornada 14 del Torneo de Verano de ese año, las Chivas recibieron a los Pumas con la intención de prolongar una serie de cuatro triunfos y una racha de entonces 16 años sin perder como locales frente a los universitarios.
El buen nivel de juego que había recuperado el Rebaño quedó reflejado en el encuentro ante la UNAM, que sólo pudo contener a la ofensiva rojiblanca durante 37 minutos, cuando Ramón Ramírez puso el marcador 1-0 para darle al partido rumbo hacia una goleada.
Guadalajara dominó por completo el encuentro y por conducto de Jesús Arellano aumentó la diferencia cuatro minutos antes del final del primer tiempo, mientras que en la parte complementaria Paulo César Chávez a los 46’ y Joel Sánchez a los 68’ le dieron forma definitiva al marcador.
Esa victoria quedó grabada en los registros como la más abultada dentro de la racha de 30 años sin perder como local por parte de Chivas contra Pumas, pero también en la memoria de Alberto Coyote, quien recordó ese partido en el que le dio el pase a Ramón Ramírez para el primer gol de la escuadra tapatía.
“Fue un torneo bastante atípico, porque era la primera participación los clubes de México en la Libertadores, lo cual al equipo le provocó mucho desgaste en cuanto a número de partidos, sin embargo como experiencia fue bastante enriquecedora para todos los jugadores.
“Sí recuerdo ese partido, fue difícil como Pumas siempre lo ha sido, es un equipo muy dinámico, que no da ninguna pelota por perdida, pero creo que la calidad se impuso, el equipo tenía jugadores muy capaces, muy desequilibrantes, como Ramón Ramírez, (Jesús) el ‘Cabrito’ Arellano, jugadores muy importantes, que al final de cuentas marcaron diferencia”, describió.
El ahora entrenador del Guadalajara Sub 20 agregó que el partido fue muy especial para el Rebaño por la rivalidad deportiva entre ambos clubes, ya que además de ser dos de los equipos con mayor jerarquía en el Futbol Mexicano, también era visto como un duelo regional entre sus participantes.
“Siempre ha existido una rivalidad deportiva con Pumas porque es de la Capital, Chivas del Occidente, pero siempre ha habido una lealtad al momento de disputar la pelota”, destacó Alberto Coyote, quien contribuyó a mantener esta racha de las Chivas entre 1993 y 2001.