La neoplasia de mama es el tumor maligno más frecuente en las mujeres de todo el mundo y en México, desde 2006, se ha convertido en el primer causante de muerte por cáncer, así como en la segunda causa de mortandad entre las mujeres mexicanas de 30 a 54 años. Esta patología representa un costo emocional, económico y social elevado para las mujeres que lo padecen, sus familias y la sociedad en su conjunto, particularmente cuando se detecta en estados avanzados como es lo habitual en México.
En nuestro país, la tasa de mortalidad por cáncer de mama se incrementó, durante el periodo 2002-2010, de 14.9 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años y más, a 16.9 defunciones, según cifras de la Secretaría de Salud. Esta tendencia desplazó al cáncer cérvico uterino como principal causa de muerte por neoplasia maligna en mujeres de 25 años y más de edad.
En el partido de la Jornada 11 del Apertura 2012 entre Chivas y Tigres que se celebró en el Estadio Omnilife, el Rebaño en apoyo a la Campaña Rosa de la Liga MX en apoyo a la lucha contra el cáncer de mama, la señora Yolanda Madrigal Rodríguez, a quienes sus seres queridos y amigos la llaman Joy, fue la invitada de honor para entregar al balón al árbitro central de este encuentro en la Ceremonia Protocolaria de la Liga MX.
"Yo me pregunto ¿cómo es que entre miles de sobrevivientes que somos, me eligieron a mi y me encanta porque yo he sido Chiva desde chica, mi abuelo y mi papá eran Chivas, y yo digo que soy chiva desde antes de nacer y a mi encantó la idea de venir a este estadio a compartir algo que le pueda servir a alguien esta experiencia.
"Estoy emocionadísima, van a venir mis hijos, amigos de mis hijos, familiares, estoy muy contenta la verdad, siento que de alguna manera es un reconocimiento y estoy muy agradecida, de veras me siento muy contenta", expresó con una sonrisa que ilumina su rostro.
La señora Yolanda compartió los difíciles momentos que tuvo que vivir a partir que le detectaron esta enfermedad hace 14 años, y todas las situaciones que tuvo que enfrentar para enfrentar y superar en el proceso de recuperación, y la motivación más grande que encontró en sus tres hijos para tomar la decisión de luchar por su vida contra el cáncer de mama.
"Cuando te dicen que tienes cáncer ya sientes que te vas a morir, entré en una depresión tremenda porque ya estaba divorciada y mis hijos se quedarían solos y no sabía que hacer, hasta que decidí que quería estar con ellos, recibí apoyo de todo mundo, primero de mi familia, de mis amigas, del colegio donde estaban mis hijos y gracias a eso tuve oportunidad de ir a todo lo que yo necesitaba de terapias, de medicinas y tratamientos.
"Me motivó que no les encontré lugar para que se quedaran, ni con mis hermanos, ni con mi mamá, cada quien quería uno, pero ellos no se querían separar, hasta que dije, ¡no, su lugar es conmigo y conmigo van a estar!", dijo con mucha seguridad.
La decisión de buscar apoyo en sus seres queridos y las instituciones especializadas le dieron a su familia la oportunidad de tener un crecimiento en todos los aspectos, pero Joy lo define como una experiencia de amor, y resaltó la importancia que tiene que sea detectado a tiempo, porque si es así se tiene la posibilidad de ser curable.
"Finalmente yo puedo resumir en pocas palabras que esto es una experiencia de amor, fue muy difícil, muy difícil toda la cirugía, el tratamiento de quimioterapia, las radiaciones, tuve que dejar de trabajar, mi hijo mayor se salió de la universidad para hacer las tareas que yo hacía en casa, el trabajo, tenía un restaurante y encargarse de sus hermanos.
"Todos crecimos muchísimo, fue de veras importantísimo hacer esto a tiempo, a tiempo todo se puede salvar. Lo que les puedo decir a las mujeres que se quieran, que se exploren, cualquier anomalía que encuentren en su cuerpo, que vayan con el médico, que se hagan estudios, palabra de honor que a tiempo todo se puede", relató.
También reconoció la importancia que tiene darle seguimiento para que el mal no regrese, pues el valor que mostró durante el tiempo que duró el tratamiento, lo pone ahora en cada segundo de su vida, la cual vive intensamente, con su familia, trabajando y tratando de compartir su experiencia con otras mujeres para dar testimonio de que el amor es el motor más potente de los seres humanos, y que la vida pude ser, a pesar de todo, color de Rosa.
"Tiene uno que tener seguimiento, hay que hacerse estudios, yo ya estoy dada de alta y no por eso voy a dejar de checarme, cada año tengo que hacerme estudios y no hay que hacer nada más que seguir viviendo con todas las ganas del mundo. Hace 14 años me detectaron el cáncer, y mi tratamiento duró tres años, hago mi vida normal, trabajo mucho y estoy completamente bien", concluyó con el nerviosimo de estar a unos minutos de hacer su entrada a la cancha el Estadio Omnilife y celebrar con sus Chivas la primera victoria como local en el Apertura 2012.