Sólo por un día los niños y jovencitos, quienes predominan en la flamante zona familiar del Estadio Omnilife, tuvieron la oportunidad este domingo de disfrutar del encuentro Chivas ante Querétaro de una forma especial y única previo a su festejo del día del niño del próximo martes y durante todo el transcurrir del cotejo entre Chivas y Gallos Blancos del Querétaro encontraron en todo momento motivos suficientes para saludar a la emoción y sonreírle al placer del futbol.
Lo mismo encontraron espacio para festejar desde la expulsión tempranera de Gonzalo Pineda, el número siete de Gallos Blancos, como tiempo también para bajar un balón enviado desde las profundidades del volcán rojiblanco cuando un balón amenazaba la meta de Luis Ernesto Michel quien en su cabaña hacía lo posible por mantener en cero su cabaña. Para ellos, los aficionados más pequeños y leales del Rebaño, el dolor de un autogol de Sergio “Cheroke” Pérez es menor porque entienden a fin de cuentas de que esto se trata solamente de un juego.
Por eso no importa bailar, brincar y saltar bajo la rojiblanca mirada del par de pantallas gigantes del Estadio Omnilife y previo a celebrar un Día más para el niño físico y espiritual que se apodera por un día de las gradas en la flamante zona en la casa del Rebaño. Significativo el niño que levantó su playera rojiblanca hacía el cielo, tal como si implorara la recuperación inmediata del equipo de Benjamín Galindo para los segundos 45 minutos.
Los niños no abuchearon al contrario, buscaron respuestas obvias en la voz de sus padres, quienes como resignados las palabras adecuadas para explicar una esperada reacción rojiblanca. Tranquilos en los momentos de apremio, los padres de los pequeños parecían perder un poco la calma y ante la poderosa mirada de inocencia de sus hijos.
Si dentro del terreno de juego las cosas no marchaban para el Rebaño con el gol anotado por Wilberto Cosme, en la tribuna los aficionados rojiblancos se negaban a rendirse en el encuentro y el gol de destacada manufactura de Abraham Coronado llegó para revivir a una afición que se había aletargado con la ventaja del equipo visitante.
La entrega durante los 90 minutos de partido estuvo de parte de ambos equipos. En esta ocasión los cantos y festejos estuvieron del lado de los queretanos, quienes se despiden de esta manera del Máximo Circuito en la Liga MX y para el Guadalajara lo que resta es buscar la despedida más digna posible, en la perrera más grande del mundo y casa del actual Campeón del Futbol Mexicano, Xoloitzcuintles de Tijuana.