Una mirada sincera, una sonrisa natural, una charla amena, un abrazo caluroso, una muestra de afecto y atención es algo de lo que puede pedir una mujer de la tercera edad como las que habitan en el Asilo Ancianas Desamparadas A.C., quienes pudieron tener eso y más en una fecha tan especial como el Día de las Madres con la visita del plantel y Cuerpo Técnico de Chivas.
La dicha de poder compartir sus anécdotas de vida con alguien que se tomara el tiempo para escuchar e interactuar con la historia relatada fue una postal recurrente durante la visita, la cual quedó enmarcada por el entusiasmo y el ánimo mostrado por cada una de estas señoras cuando platicaron con los jugadores.
La señora Esperanza, fiel seguidora del Rebaño, presumía sonriente que cada 15 días estaba en el estadio para apoyar a sus queridas Chivas desde los tiempos en los que Ignacio ‘Cuate’ Calderón defendía el marco rojiblanco, por lo que no desaprovechó el momento para agradecerles a los actuales integrantes del club por haber acudido a alegrarles su día.
Mientras que a su lado, Blanca, con una sonrisa e ilusión contagiosas, espero paciente a que parte del Staff de Chivas comenzara con la dedicatoria musical, pues desde que vio que cargaban dos guitarras se emocionó por el momento musical que estaba por presenciar, el cual no defraudó.
Los acordes de las canciones y la potente voz al unísono de los que los integrantes del club tapatío le dedicaron a las decenas de mujeres de la tercera edad le imprimieron mucha emotividad al festejo del Día de las Madres, pues el rostro de paz y tranquilidad que les dejó fue la mayor recompensa que los rojiblancos pudieron encontrar.
El hacerlas sentir queridas en su día habla de la bondad y el corazón que requiere cualquier ser humano para poder aspirar a ser una persona de bien, más aún siendo un futbolista de Chivas por el ejemplo que debe poner ante su afición dentro y fuera de la cancha.
Antes de que partieran, las señoras le expresaron su total gratitud a los miembros del Guadalajara mediante una bendición en la frente, con la cual los mandaron con la bendición a seguir con su camino.