El último miércoles de julio trajo consigo para los aficionados rojiblancos la innegable oportunidad para llenar sus pulmones de un aire deesperanza en el que la sonrisa de los niños, quienes se tatúan en la piel por un momento los colores rojo y blanco de su querido Rebaño, son fiel muestra del noble entusiasmo de los millones de seguidores tapatíos quienesnunca han bajado los brazos cuando de apoyar a su equipo se refiere.
Bienvenidos chicos y grandes, las familias completas que orgullosas muestran sus banderas rojiblancas y las ondean en todo lo alto, bienvenida la banda tapatía en cuya música se cimientan alegres horas de espera de lasparejas que sin ninguna vergüenza exhiben sus dotes de baile sobre la improvisada pista de baile.
El reencuentro con la apetitosa torta ahogada, los suculentos tacos y el refrescante tejuino representan para miles de seguidores rojiblancos la ocasión ideal para retomar los rituales futboleros de cada fin de semana, en los que ya sea acompañados, en familia, pareja e incluso en soledad se preparan para ingresar a su recinto sagrado, la cancha del Estadio Omnilife para ser testigos del esperado retorno del Guadalajara a su casa, la misma que apenas en su novel historia ya alberga momentos para guardar con letras de oro con tan sólo tres años de vida de la que está llamada a convertirse en la fortaleza rojiblanca durante este Torneo Apertura 2013.
Por eso la infaltable presencia de la belleza tapatía para recibir también a un añejo rival como los Tiburones Rojos del Veracruz que por su parte se presentan con un buen arranque de torneo y una digna historia en la Primera División sostenida en los imborrables nombres de Luis “Pirata” Fuente en antaño y de manera mas reciente en los argentinos Jorge Comas y Jorge Gabrich, cuyas playeras se asoman apenas para recordar que el rival en turno es de respeto.
Alegría, sonrisas y la convicción de que el Guadalajara está frente a la opción de conseguir una triunfal presentación en casa inundan los alrededores del Estadio Omnilife que de esta manera se declara listo una vez más para tomar partido y forjar el respeto para sus colores rojiblancos.