Al observar una larga fila que rodea la Isla Chivas de Gran Terraza Oblatos una pareja tomada de las manos apretó el paso, de la misma manera un grupo de niños aceleró en busca de llegar lo antes posible al lugar preciso donde la tarde de este miércoles la presencia de los jugadores del Guadalajara, Antonio Gallardo, Ángel Zaldívar, Patricio Araujo y Omar Esparza, atrajo a cientos de aficionados en busca de un autógrafo.
El primer aficionado rojiblanco en espera de estar cerca de los jugadores del Rebaño Sagrado fue un joven llamado Jonathan García, quien acompañado de su esposa Lizette, con su pequeña hija en brazos, no podía disimular la emoción de poder recabar en su balón las firmas de los integrantes de su equipo preferido, por eso cuando recibió la señal para avanzar y estar presente ante ellos, una enorme sonrisa iluminó su rostro.
Jonathan chocó el puño de cada jugador rojiblanco como agradecimiento a la rúbrica que pusieron en su balón, y no dejó pasar la oportunidad para tomarse una fotografía junto a cada uno, en la recompensa perfecta al pasar más de una hora formado para esta firma de autógrafos.
El desfile de los seguidores de las Chivas que acudieron al centro comercial ubicado al oriente de la Perla Tapatía avanzaba con buen ritmo, pero parecía interminable, pues más de medio millar de aficionados asistió a la cita en busca de un recuerdo de los jugadores de su escuadra favorita.
Los jugadores del Guadalajara no soltaban ni un momento el plumón con el que firman camisetas, banderas, balones, gorras, calendarios y toda clase de artículos del Rebaño Sagrado que llevaron consigo los aficionados, quienes también agradecieron la disposición de los futbolistas de posar junto a ellos ante el lente de su cámara o teléfono móvil.
Al pasar más de una hora en la Isla Chivas de Gran Terraza Oblatos y regalar el autógrafo hasta la última persona que estaba en la fila, los jugadores rojiblancos dejaron su lugar en la mesa donde no sólo le brindaron a sus aficionados la firma en sus artículos, sino que además les dejaron un agradable recuerdo de este encuentro.