Existen motivos para identificar la felicidad cuando se tiene la oportunidad de observar la noble sonrisa de un niño y cuando el motivo de tal manifestación de alegría infantil es generada por su refrescante presencia en la cancha del Estadio Omnilife para ser los invitados de honor en la celebración del Clásico Chivas ante América, correspondiente a la Jornada 13 del Torneo Clausura 2014 de la Liga Bancomer MX, el orgullo y la satisfacción aparece a borbotones.
Diversos grupos infantiles auspiciados por el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de Jalisco y diversas casas hogar de la Zona Metropolitana de Guadalajara estuvieron presentes la tarde noche de este domingo invitados por la directiva del Club Deportivo Guadalajara S.A. de C.V estuvieron atentos a lo acontecido durante los 90 minutos del partido más seguido en el Futbol Mexicano, y desde su mismo arribo, los infantes demostraron que la fiesta estaría a su cargo en la cancha del Estadio Omnilife.
No importa si son seguidores del Rebaño o de las Águilas, su afición al futbol es genuina y sin duda para muchos de ellos se trata del mejor día de su vida en la casa de las Chivas por eso su sonrisa es pura, mágica, natural, gratificante y llena de puro amor al balompié, frente a ellos cualquier atisbo de maldad desaparece por completo.
Levantan sus brazos al viento como para liberar toda presión, vienen a divertirse y es lo único que importa, la mayoría se declara Chiva, aunque también hay pequeños y valientes americanistas quienes hacen por su causa, aunque de manera más discreta al resto de sus compañeros. Los niños como suele ser parte de su esencia sueñan y lo hacen en grande, con una fuerza interior que ilumina lo más sombrío.
En pleno Estadio Omnilife tienen la genial ocurrencia de cantar el Rey acompañados por las notas del Mariachi que suena en lo alto de los altavoces y los chicos se declaran prácticamente listos para disfrutar del Clásico Nacional y encantados se apresuran a colocarse la playera conmemorativa, charlan con sus amigos y no dejan cerrar su sonrisa, esa que vale millones de alegrías en el marco del Clásico de Clásicos del Futbol Mexicano.