Nada más enriquecedor que la familia para compartir los momentos especiales del año, pero si hablamos de Año Nuevo, para el volante y canterano del Rebaño Sagrado Raúl López el compartir con sus seres queridos todo lo que traen consigo estas fechas es algo que no se puede describir, pues tan arraigadas están estas fechas y sus tradiciones, que ya es un momento esperado durante muchos días antes.
"El Año Nuevo es una fecha importante para nuestra familia porque nos juntamos con mis papás, mis abuelos, mis tíos, y lo tomamos más para agradecer a Dios por todo lo que nos ha dado durante el año que termina, así como renovar retos para el año que llega, pero también y principalmente pasarla en familia", comparte el volante, quien recién regresa al Rebaño previo al arranque del torneo de Clausura 2015.
"Al paso de los años se ha hecho muy tradicional en nuestra familia el tema del pavo, de las 12 uvas y al paso de las campanadas ir pidiendo los deseos. Este año ya tengo muy claro lo que quiero y es tener muchos minutos con el equipo, hacer un gran papel en el torneo como equipo y que la Liguilla se nos de gracias a esos buenos resultados", continúa.
Pero así como las fechas de Año Nuevo suelen estar acompañadas de sonrisas y convivencia familiar, hubo un Año Nuevo en el que la familia de sangre tuvo que cambiarse por la familia futbolística, pues para recibir el 2014 y por cuestiones netamente laborales, Raúl López vivió por primera vez la víspera de Año Nuevo lejos de su hogar.
"De 2013 a 2014 me la pasé en Ciudad Victoria, con los Correcaminos, recién había llegado y no conocía a nadie en el equipo, pero todos me arroparon, fue una celebración diferente porque fue el primer año que estuve fuera de casa, pero que fue muy enriquecedor por todo lo que trajo consigo vivir estas fiestas fuera de casa", finaliza.
