Recordar es vivir. Y sin duda uno de los más memorables momentos en la historia del Guadalajara en los torneos cortos fue el triunfo del Rebaño Sagrado ante su acérrimo rival deportivo, el América, en la Jornada 7 del torneo de Verano 2000 los tapatíos revaloraron su condición en ese certamen y brindaron una gran satisfacción a los aficionados rojiblancos que se dieron cita en el Estadio Azteca.
En aquella ocasión, ni Chivas ni Águilas tuvieron un buen arranque en el torneo, aunque los capitalinos llegaban a esta edición del Clásico Nacional como amplios favoritos sobre los tapatíos, por jugar en casa y por el mal momento que el Rebaño Sagrado atravesaba en esa parte del torneo, con un reciente cambio de técnico, Jesús Bracamontes sustituyó a Héctor Hernández en el timón rojiblanco, y los cambios que esto conlleva.
Guadalajara llegó a este encuentro con etiqueta de víctima, desde el silbatazo inicial del árbitro Armando Archundia, el partido fue todo un Clásico, de garra, de pasión, de lucha, hasta que a los 35 minutos, Alberto Coyote inició el avance rojiblanco, puso un servicio a Benjamín Galindo, quien de cabeza y de primera intención filtró un pase a Gustavo Nápoles por el centro del área que el ‘Gusano’ definió ante la salida de Adolfo Ríos para abrir el marcador ante la euforia de los aficionados rojiblancos en la tribuna.
Chivas aumentó la ventaja en el marcador al minuto 82, Héctor del Ángel realizó una jugada personal por el costado derecho y sacó y disparo dentro del área americanista que Duilio Davino en su afán por tapar el tiro solamente lo desvió para dejar sin oportunidad a Adolfo Ríos y poner el 0-2 en la pizarra. El partido fue muy disputado y una acción que marcó el rumbo del encuentro fue la expulsión de Duilio Davino por una fuerte falta sobre Marco Antonio ‘Chima’ Ruiz al minuto 87.
En el último minuto del encuentro, una jugada personal de Jorge ‘Remi’ Arreola, en la que se quitó dos rivales, ingresó al área americanista y ante la salida de Adolfo Ríos sacó un potente disparo que puso las cifras definitivas de 0-3 y selló uno de los triunfos más memorables de Chivas sobre América ante la felicidad de los seguidores rojiblancos.
Uno de los protagonistas de este partido, Mariano Varela, recordó el entorno en el que se jugó ese Clásico ante América, en el que no llegaban en una buena posición en la tabla y que en esa ocasión fueron marcados como ‘víctimas’, pero en la cancha tuvieron un buen funcionamiento y superaron ampliamente a las Águilas en el Estadio Azteca.
“Siempre el hecho de ganar un Clásico contra América siempre es importante y más en el (Estadio) Azteca, en esa jornada no éramos favoritos, nos dirigía el profe (Jesús) Bracamontes, si bien América no estaba también buena posición, estaba más adelante que nosotros y era favorito, aparte el cuadro que tenía América como siempre con estrellas, con gente muy importante, hoy que se cumplen 15 años son de las experiencias bonitas que te quedan.
“En los Clásicos no hay favorito, por supuesto las estadísticas juegan, pero dentro de la cancha el ver toda esa pasión que genera un Clásico, es indescriptible, tienes que estar dentro de la cancha para realmente sientas o te expresa ese escenario, ellos eran marcados favoritos, pero dentro de la cancha son 11 contra 11, ese tipo de victorias enaltecen y te hacen disfrutar de este lindo deporte como es el futbol”, concluyó.
Recuerdo de un triunfo
- US partners
