Jugar al futbol es una de las actividades más gratificantes del mundo y para nadie está prohibido. Ni siquiera cuando no se puede disponer de un sentido tan vital e importante como la vista. En el marco de la vigésima edición de la Copa Chivas Internacional Scotiabank 2016 la Fundación Jorge Vergara A.C. realizó la invitación a las delegaciones de Tottenham Hotspur, de Inglaterra, y Chivas Rayadas del Guadalajara para convivir y jugar un partido de corte amistoso con la Selección Jalisco de Futbol Adaptado para Ciegos.
Previo al encuentro los jugadores de ambos equipos realizaron una dinámica de sensibilización, cuya finalidad consistió en invitar a los futbolistas profesionales a utilizar el antifaz requerido para practicar esta modalidad de futbol. Al concluir la plática los jugadores de Chivas y Tottenham fueron llevados a un costado de la cancha principal de Verde Valle donde se encontrarían con sus rivales en turno en este duelo tan especial.
En grupos de cinco jugadores, donde sólo el guardameta tuvo permitida la visibilidad de las acciones, el equipo de la Selección Jalisco de Futbol Adaptado tuvo un calentamiento profesional y serio como ninguno. Los primeros en hacer frente fueron los rojiblancos, quienes sufrieron en carne propia la dificultad de patear el balón en tinieblas. Por el lado de la Selección Jalisco, como peces en el agua tocaron el esférico y con el apoyo de los cascabeles que contiene la pelota hacían sus jugadas de un lado a otro, lucían como auténticos “cracks” de la cancha y sobre todo no dejaron de sonreír, los ojos no importan en lo absoluto cuando el corazón brilla como el sol. La victoria de los “cracks” fue contundente con goles dos goles de Gustavo, uno más de Édgar e Iván cerraron la cuenta.
El turno de hacer el reto fue para los integrantes del Tottenham, en las mismas condiciones, con el antifaz puesto y sólo el principio básico del control de balón. La Selección Jalisco de Futbol Adaptado para Ciegos no disminuyó el ritmo y conocedores de todos los sectores de la cancha dieron cuenta de los británicos al son de 3-0 y los integrantes del combinado estatal no dejaban de sonreír, de divertirse, de demostrar que no importan las condiciones físicas, sólo se trata de un deseo ferviente de jugar futbol.