La motivación de superarse es rojiblanca

Para la edición 220 del Clásico Nacional, correspondiente a la Jornada 10 del Torneo de Clausura 2016, la Fundación Jorge Vergara A. C. y Chivas invitaron a ser parte del protocolo de la Liga MX como abanderados y embajador a los integrantes de la Casa Hogar Cabañas, como un estímulo a su esfuerzo por ser mejores personas y comprometidos con su entorno, como es uno de los ideales del dueño del Rebaño Sagrado, que todas las personas tengan la posibilidad de tener una mejor calidad de vida.

La emoción con la que recibieron la noticia de que serían parte del protocolo del partido más esperado por la afición mexicana, Miguel Alejandro Mendoza, Luis Manuel Caro, Samuel Ruiz, Marco A. de la Torre, Miguel A. Caro, Miguel Acosta y José Luis de la Torre no disminuyó en ningún momento, pues esa fue la recompensa a su buen comportamiento y dedicación en sus labores escolares y en las de la casa, como lo explica el embajador de la Liga MX.

“Nos eligieron por nuestro buen comportamiento, por nuestro desempeño en la casa y por destacarnos en nuestras actividades laborales y académicas. Es un gran orgullo para mí estar en la casa de mi equipo favorito, es una emoción muy grande porque voy a conocer al jugador que admiro, el portero (Rodolfo) Cota, pues me gusta su estilo para ‘porterear’. Es una gran motivación para mí y para todos mis compañeros, esto nos va ayudar a superarnos a nosotros mismos porque es una grandiosa oportunidad. Me da mucha emoción porque me van a ver mis compañeros y mi novia, los voy a motivar para que se sigan portando bien y le echen más ganas al estudio y desempeñen mejor para que tengan la oportunidad de seguir aquí”, afirmó Miguel Mendoza.

La Casa Hogar Cabañas originalmente fue creada para atender a niños huérfanos. Actualmente atiende aproximadamente a 500 niños, niñas y adolescentes en situación vulnerable; ya sea por haber sido víctimas del delito o por circunstancias familiares que ponen en riesgo su integridad física y mental. En la década de los ochentas, el Hospicio Cabañas dejó de ser el albergue de los menores para convertirse en la sede del Instituto Cultural Cabañas.