Sus ojos reflejan la determinación de alcanzar el sueño de jugar en el máximo circuito con el Guadalajara, una ilusión que alimenta al militar actualmente en el equipo de Tercera División de Chivas y ser seleccionado nacional Sub 18, con recuerdos muy presente de su infancia, etapa en la cual adquirió el gusto de jugar al futbol sin imaginar que formaría parte de la cantera del equipo más popular de México.
A sus 17 años de edad, Gilberto Sepúlveda López avanza en su proceso futbolístico y en su memoria recorre los pasajes en los que jugaba a la pelota en su casa, en el barrio, en la escuela y en cualquier lugar que fuera posible en su natal Guasave, Sinaloa, ya que el balompié es un gusto que le transmitió su hermano mayor Mario Alberto, quien además ha sido uno de sus ejemplos a seguir.
“Todo fue gracias a mi hermano mayor, siempre lo veía y ha sido mi ejemplo a seguir; como todo niño empecé a jugar en mi casa, pegándole a la pared, en la calle, en el barrio con piedras porque no había para más y cuando fui creciendo me di cuenta de las oportunidades de vida que me puede dar el futbol”, recordó.
Su llegada a Chivas no fue sencilla, ya que recibió la invitación para formar parte de las fuerzas básicas del Guadalajara luego de participar en cinco torneos de Copa Chivas, en los cuales siempre estuvo observado por el Departamento de Búsqueda y Captación de Talentos del club, pero fue hasta el último intento que cumplió su objetivo de ser reclutado para formar parte de la cantera rojiblanca y de esta manera comenzar su proceso de formación, durante el cual ha tenido la oportunidad asistir a diversos torneos internacionales que le han permitido crecer personal y futbolísticamente.
“Fue un proceso muy largo, participé en cinco ediciones de la Copa Chivas con un equipo de Guasave que se llama Diablos Azules y en cada una de ellas había un visor, el ‘profe’ Arturo Espinosa Niño, quien me decía ‘juegas muy bien, solo te falta hablar’, pero hace dos años vine por última vez y fue cuando me quedé. Mi primer entrenador fue el profesor Miguel Gamero, llegué a la Quinta División en el 2014, he recorrido tres categorías hasta ahora, Quinta, Cuarta y Tercera División.
“También he jugado torneos internacionales y todos han sido importantes, fui a Chile, Inglaterra, Brasil, Holanda, Irlanda, Qatar, Portugal y Estados Unidos, es algo maravilloso, el futbol en Europa es lo mejor que hay, poder asistir a un torneo de ese tipo te da la oportunidad de compararte futbolísticamente, cuando regresas a México te sirve mucho y si lo aprovechaste se nota la diferencia. En particular el torneo de Chile es el que más recuerdo porque fue uno de los mejores que he jugado y gracias a ello es que me han llamado a Selección Nacional”, comentó.
Gilberto, quien es conocido como ‘Tiba’ por sus compañeros, ya tuvo la experiencia de entrenar con el primer equipo de Chivas y de jugar un partido amistoso ante Necaxa el 9 de octubre del 2015, hecho que menciona con gran emoción como lo mejor que le ha pasado en su corta carrera deportiva, pues aumentó su ilusión de formar parte del conjunto de Primera División.
“Es lo mejor que me ha pasado hasta ahora, desde que entré a este club mi motivación ha sido estar ahí Un día estaba entrenando con Tercera (División), y el ‘profe’ Javier Robles me dijo ‘Sepúlveda, salte’ y me pregunté ¡¿qué hice mal?’, después se me acercó y me dijo que iba a entrenar con la Primera, me tomó por sorpresa, nunca me esperé eso, entrené ese día con el ‘profe’ Matías Almeyda. Al día siguiente día sólo llamaron a cuatro jugadores y entre ellos estaba yo, entrené con la mayor motivación del mundo para que el ‘profe’ me viera y di mi mejor versión, ya que el equipo se preparaba para un amistoso contra el Necaxa y fui uno de los cuatro afortunados que citaron, me dio la oportunidad y creo que lo hice muy bien”, expresó con una sonrisa de satisfacción.
En este 2016, el juvenil defensa ha sido convocado en dos ocasiones para formar parte de la Selección Nacional Sub 18 que ha iniciado el proceso para la Copa Mundial Sub 20 que se disputará en Corea del Sur en el 2017, experiencias que le han servido para ser consciente de que para continuar como seleccionado debe ofrecer su máximo esfuerzo por la exigencia que ello representa.
“Mi primera convocatoria fue el 14 de febrero, es un orgullo para cualquier jugador ponerse la playera de México, es inexplicable la emoción que se siente defender a tu país. Llevo dos convocatorias y aprendí que futbolísticamente no te puedes guardar nada, siempre tienes que darlo todo, eso es algo muy importante porque siempre te exigen al 100 (por ciento) y si logras eso, vas a ser un mejor jugador, este proceso te lleva al Mundial Sub 20, es otra oportunidad para que te observen y trascender”, finalizó.
