El perder un ser querido suele ser, irremediablemente siempre es motivo de tristeza y depresión de la cual cuesta trabajo reponerse, pero para el joven volante del Guadalajara Sub 20, Alan Cervantes, el recuerdo de su padre, a quien perdió cuando era niño, ha sido su mayor fortaleza y motivación para alcanzar el sueño de llegar a la Primera División con la camiseta del Rebaño Sagrado, y su familia es el motor que lo impulsa cada día a no darse por vencido y continuar esforzándose en su camino hacia su meta.
“Lo feo para mi pasó, fue el fallecimiento de mi padre, es una parte fundamental que me ha ayudado, que me ha servido para inspirarme, para motivarme y darle esa alegría a él que está desde allá arriba cuidándome y es lo que me hace más fuerte para seguir cada día luchando por mis sueño. También me motiva mi familia, es lo más importante y sagrado que puedo tener, es la que siempre está atrás de mi apoyándome en todo lo que necesito, me ha inculcado buenos valores, esa es una parte que a la hora de estar entrenando es la primero que recuerdo, es por ellos, porque también se han sacrificado y han sacrificado muchas cosas por traerme a los entrenamientos, ellos se merecen la alegría de cumplir mi sueño”, expresó con determinación.
Alan nació en Guadalajara, en una familia en la que el gusto por el futbol era nulo, pero él desde muy pequeño mostró su inclinación por el balompié, y tuvo una infancia en la que salir a jugar con los amigos en la calle marcó su vida, ya que para él siempre fue una diversión, y aunque su mamá le sugirió que practicara otros deportes, fue firme en su decisión. Fue así como llegó a la Escuela de La Gigantera a los cuatro años, y desde entonces ha portado la playera rojiblanca.
“Mi mamá y mi abuelita me platican que desde chico tuve un gusto especial a la pelota y todo el día estaba con ella pateando en todos lados, en la casa incluso rompiendo vidrios por todos lados, desde ese entonces no me separaba de ella. Cuando fui creciendo el futbol fue para mí una simple diversión, como un pasatiempo, un hobby que me encantaba hacer, me acuerdo que salía a la calle, no me daban permiso de salir porque era de noche, me escapaba y salía con los amigos, que siempre eran más grandes que yo, hacíamos la reta en una calle chiquita por donde vivía, poníamos dos piedras y ahí se armaban las buenas ‘cáscaras’.
“Siempre he estado aquí en Chivas; le decía a mi mamá que me metiera a una escuela de futbol, era lo que yo quería y me decía que no, que natación, otra cosa, pero yo le insistía, le lloraba, le rogaba, le suplicaba, le hacía ‘teatro’ y de todo para que me metiera a una escuela de futbol hasta que la harté y me lo concedió, la primera escuela y en la que siempre he estado fue aquí en Gigantera. Llegué a los cuatro, y desde entonces pertenezco a Chivas”, rememora.
Aunque el canterano rojiblanco siempre vio el futbol como una diversión, las circunstancias y su calidad poco a poco le fueron abriendo camino, y con el avance de las categorías, se dio cuenta que la responsabilidad y el compromiso también crecieron, por lo que ahora es una parte importante de su vida y cuenta con el aliciente de que ha dado pasos firmes en el camino de su objetivo principal.
“Yo siempre vie el futbol como un hobby, nunca pensé estar donde ahora estoy y llegar hasta donde lo he hecho, al principio solo quería divertirme, pero conforme fue pasando el tiempo me di cuenta que podía llegar a ser algo importante para mi vida y para mi carrera, y me propuse estar en el club. A los 9 años cuando se hace la categoría 98 me llaman y desde ese entonces pertenezco a fuerzas básicas y cuando avanzaba de categoría, hice las cosas con más conciencia con el firme propósito de llegar a Primera División”, explicó.
El juvenil mediocampista del Rebaño Sagrado tuvo la posibilidad de realizar la pretemporada con el primer equipo rojiblanco en Cancún, en donde pudo ser observado más de cerca por el cuerpo técnico rojiblanco encabezado por Matías Almeyda y esta experiencia lo motiva a seguir adelante y espera no desaprovechar esta oportunidad para alcanzar su sueño de debutar en el máximo circuito.
“Estar aquí creo que es parte de todo el esfuerzo que he hecho desde chico para poder representar al mejor club de México, claro que es una gran motivación para seguir dándole hacia adelante y conseguir todos los objetivos, vamos paso a paso y ojalá que sigamos con esa oportunidad de seguir con el primer equipo”, aseguró
Selección Nacional
Mención aparte merece el proceso que Alan Cervantes ha tenido en Selecciones menores, pues fue parte del desarrollo de la Selección Sub 17 que participó en octubre pasado en el Mundial de la categoría en Chile, en el que obtuvieron el cuarto lugar y él fue titular indiscutible en los siete encuentros que jugó el combinado mexicano en este certamen de la FIFA.
“Estar en la Selección Nacional siempre es un plus que te da el futbol, es una de las cosas más importantes que puede tener un jugador en su curriculum, portar la camisa verde de la selección, la cual te deja mucho, además de lo futbolístico te deja un crecimiento personal, te deja muchos valores, te hace madurar más rápido, te hace crecer, ver el futbol de otra manera ya que la responsabilidad aumenta con la exigencia, te hace una mejor persona y futbolista. Mi primera convocatoria a selección fue en el año 2012, fue de la Selección Sub 15 me toca ir a Bolivia al Mundialito Tahuichi, yo no sabía que había selección en esa categoría, cuando me llega la noticia fue un shock, me emocioné mucho. Participar en un Mundial Sub 17 fue una experiencia inolvidable, muy agradable en todos los sentidos que nos deja mucho, nos ayudó a crecer, a madurar, a ver diferente el futbol”, finalizó.