El destino es impredecible, a veces las cosas pasan sin tener una razón lógica y en ocasiones terminan por definir el camino de un proyecto de vida. Tal es el caso de Cristian Ortíz, un joven oriundo de Tijuana, una zona en la que el béisbol es el deporte más popular, que creció en una familia en la que ninguno de sus miembros practicó el futbol, pero eso no fue impedimento para que un día se encontrará con un balón y encaminara sus pasos hacia el equipo más popular y querido de México en busca del sueño de llegar a la Primera División.
“En mi familia nadie ha sido futbolista, solamente mis tíos jugaban pero no profesional, cuando tenía nueve años en un partido hacía falta un jugador, me invitaron y jugué por primera vez, me vieron cualidades y el ‘profe' me dijo que si quería pertenecer al equipo que se llamaba Amateur Guadalajara y duré dos años con ellos. También jugaba en la calle como todos en el barrio, poníamos dos piedras, pasaban los carros y las teníamos que quitar y ahí fue donde inició todo”, explicó.
“Estuve dos años en el proceso de la Selección de Baja California para la Olimpiada Nacional que sería en Tijuana, en ese torneo en 2013 estaba el profesor Jorge Domínguez, habló conmigo y me dijo que me iban a observar, me llamaron para hacer una prueba y me quedé a jugar Copa Chivas y así fue como llegué. Chivas es el equipo de mis amores, toda mi familia es Chiva de Corazón y siempre fue un sueño estar aquí”, añadió con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro.
Cristian llegó a la cantera rojiblanca a los 14 años para comenzar su proceso de formación, lo cual no fue tan sencillo, pues tuvo que cambiar algunos hábitos para poder cumplir con los exigentes objetivos tanto en los torneos domésticos como en los internacionales; de estos últimos señaló que las experiencias fuera del país le han brindado un aprendizaje muy completo sobre todo lo que implica dedicarse profesionalmente al deporte, lo cual ha influido directamente en su crecimiento personal y futbolístico, además de impulsarlo anímicamente para buscar trascender en todos los niveles.
“En Quinta División me recibió Miguel Gamero, es difícil adaptarse a un cambio tan drástico, porque de entrenar dos días a la semana, llegas aquí y hay que llevar un proceso de entrenar diario, ir a la escuela y yo no estaba acostumbrado, pero el equipo me recibió bien, me sentí cobijado por ellos y así fue más fácil. En Cuarta División me fue bien, ese año debuté con la Sub 17, jugué varios partidos, pero con la vuelta de los seleccionados regresé a mi equipo, luego pasamos a Tercera División donde tuve un buen torneo y ahora estoy en Sub 17”, compartió.
“Mi primer viaje fue a Holanda y he ido a Inglaterra, Brasil, Chile, es algo muy padre, te respetan, saben que estás en el mejor equipo de México, se aprende mucho de los equipos extranjeros, te brinda habilidades para ser mejor en tu país, el futbol en otros lugares es muy pesado, los jugadores son talentosos y cuando regresas se te hace más fácil por la experiencia que tuviste”, indicó.
Estar en el equipo Sub 17 le brinda al juvenil canterano la oportunidad de ser observado más de cerca por el cuerpo técnico del primer equipo, lo cual conlleva un mayor compromiso en sus actividades dentro y fuera de la cancha, el ser más intenso en los entrenamientos y más disciplinado en su vida personal, pues es consciente que eso lo llevará con pasos firmes a alcanzar la meta por la que ha luchado en los últimos años.
“Estás más cerca de lograr tu sueño, pero todo tiene que ver con la constancia y la disciplina, tienes que estar siempre bien y dar lo mejor para tu equipo, es más profesional, sabes ya lo que tienes que hacer ordenadamente, no puedes hacer ‘vagancias’ porque te afecta y estar siempre concentrado para lograr tu objetivo”, finalizó.
El apunte rojiblanco…
- Cristian ha jugado en el Torneo de Apertura 2016 seis partidos, cinco de ellos como titular y anotó su primer gol en el duelo ante Jaguares de Chiapas en la Jornada 8.