Cancún, Q. Roo.- No podía ser de otra forma. Instantes antes de iniciar con la primera de las dos sesiones de entrenamiento de este miércoles el plantel del Guadalajara comenzó a aplaudir, mientras a lo lejos Matías Almeyda caminaba hacia el grupo para dar las indicaciones de las labores a seguir, hecho que le hizo sospechar de lo que tramaban sus pupilos mientras esbozó una gran sonrisa.
Y es que el cumpleaños número 43 del pastor del Rebaño Sagrado motivó a los jugadores a decirle felicidades de la peculiar manera que se acostumbra, con la respectiva pasadita, no sin antes desearle lo mejor y darle un efusivo abrazo, y ya después llegaron los coscorrones, las pataditas y los empujones, lo cual ayudó a mantener el gran ambiente que se ha vivido en el campamento rojiblanco en el Caribe mexicano.
Además, cuando concluyó la práctica sus dirigidos le cantaron ‘Las Mañanitas’ y le trajeron un pastel, gran parte del cual terminó en el rostro del director técnico junto con varios litros de agua y Gatorade, lo que provocó la algarabía del plantel y sirvió para mostrar una vez más la unión y camaradería que impera al interior del equipo más representativo y popular del país.
