En la recta final del 2016, el juvenil arquero César Iván López consiguió lo que hasta el momento es el mayor reconocimiento en su corta carrera, ya que con la Selección Mexicana Sub 17 obtuvo el título de la Copa UC, celebrada el pasado mes de diciembre y él fue nombrado el mejor portero del certamen al ser imbatible en los cinco encuentros que disputó, logros que le dan el impulso a continuar su formación en la cantera rojiblanca con total dedicación.
“Me llamaron para la Copa UC en diciembre pasado, el técnico Mario Arteaga solicitó que estuviera con ellos desde el principio, fue una convocatoria difícil porque no estábamos completos. Me dio mucha satisfacción haber cumplido con las metas que me había propuesto, mantener el cero fue un objetivo colectivo que nos fijamos y logramos, ser reconocido como el mejor portero fue una emoción que siempre quise sentir”, describió.
Curiosamente, César comenzó en el futbol como delantero en Tepatitlán, Jalisco, a donde llegó a radicar muy pequeño y creció con una pelota en los pies, ya que siguió el ejemplo que su padre, quien portó la playera rojiblanca con el cuadro de Tapatío, de ahí su amor por el Rebaño Sagrado, pero en una situación especial por su complexión física, lo llevaron a cambiar la posición de anotar goles a evitarlos.
“Tuve una infancia normal, pero siempre rodeada del ambiente deportivo, mi familia siempre ha sido futbolera y me gusta mucho ese entorno, mi papá fue jugador profesional, él siempre me ha apoyado, desde niño me gustó el futbol y tener de referente a mi papá me ayudó. Siempre en los recreos era de jugar futbol, armar las retas, andar pegando balonazos, romper vidrios, correr, siempre ese fue mi ambiente en la escuela.
“El cambio a portero fue como un chispazo, a mí siempre me gustó meter goles, ser delantero, porque era el ejemplo de mi papá, pero en los equipos infantiles nos metían goles por arriba y como soy alto desde chico, el ‘profe’ me dijo que me pusiera de arquero porque yo sí alcanzaba y ahí me quedé, me sentí a gusto y me divertía jugar ahí”, recordó con una sonrisa.
Su llegada a la cantera rojiblanca se dio en el 2015, luego de participar en un torneo organizado por la Liga MX, ahí comenzó su proceso de formación con el Guadalajara que lo ha llevado a tener un recorrido desde la Cuarta División hasta la categoría Sub 17 en la que actualmente se encuentra, con fogueo en torneos de Europa y Sudamérica.
“Hice visorías en Chivas y me daban seguimiento, pero después del Torneo Sub 15 que organizó la Liga MX en el 2015 en el cual jugué con la Selección de Tercera División me llegó la invitación para venirme. Llegué a la Quinta División y veía a mis compañeros y nunca me imaginé que fuera tan pronto. Luego ascendí a Cuarta y Tercera División y ahora estoy en Sub 17.
“El primer torneo al que me tocó ir fue a Manchester, después fui a Italia y República Checa, han sido experiencias increíbles porque conoces diferentes tipos de juego, climas, arbitrajes, afición, todo varía y cuando te plantas en cualquier cancha del mundo tienes una referencia de cómo pueden ser los equipos de Sudamérica y Europa, aprendes a sobreponerte ante todas las situaciones con carácter y reaccionar más rápido”, finalizó el juvenil guardameta tapatío.