Se incorporó al redil apenas en diciembre pasado lleno de ilusión por tratarse del club al que su corazón ha pertenecido siempre. Proveniente de Coras de Tepic, Armando González entiende que este importante paso que ha dado en su naciente carrera como futbolista se debe al esfuerzo diario en los entrenamientos, la determinación y la disciplina, aspectos que serán fundamentales para alcanzar sus metas en el equipo más querido y popular de México, pues durante estas semanas ha vivido el alto nivel de exigencia y responsabilidad que significa portar la playera rojiblanca en la escuadra Sub 20 para cumplir el sueño de llegar a la Primer División.
“Le voy a Chivas, mi ilusión siempre fue jugar aquí, cuando me dijeron que venía lo tomé como una oportunidad grande porque es un aparador para llegar al primer equipo, que es lo que muchos soñamos, tener un lugar allá arriba, y creo que la mejor decisión fue venir. Me recibieron muy bien, desde que llegué me arroparon, ya conocía a los que estuvieron en Coras y me siento a gusto. Es mucha la diferencia, todos tienen una dinámica impresionante y al principio me costó adaptarme, pero con base en trabajo he logrado emparejarme en lo físico con mis compañeros, tienen un estilo de juego muy definido, hay buenos jugadores y por eso gusta ver jugar a Chivas”, afirmó.
“Quiero luchar por un lugar en el cuadro titular para que después puedan venir grandes cosas, mi ilusión es debutar aunque sea en Copa en este Clausura, pero tendrá que ser con base en resultados, esfuerzo y mucha dedicación. Puedo aportar mucho, retengo el balón y eso facilita la salida de mis compañeros y ayudaría mucho al estilo de juego del equipo. Es un reto para mí y desde que llegué me propuse hacer todo lo posible por lograr ese sueño, he modificado algunos hábitos como la alimentación y la disciplina, descanso más y mejor, me tengo que cuidar mucho, tengo la confianza en que puedo alcanzar mis objetivos”, añadió Armando González.
La pasión que genera el futbol es algo que se transmite a través de generaciones y en el caso del centro delantero rojiblanco su padre, Andrés González, se encargó de heredársela, ya que lo practicó de manera profesional en la categoría de plata del balompié nacional, lo cual siempre fue un impulso emocional extra por seguir los pasos de su progenitor. Su formación futbolística la hizo en su natal Tepic, Nayarit, en el equipo de Coras, y tuvo un camino corto para llegar al Ascenso MX con La Tribu, proceso en el que su interacción con entrenadores y jugadores de experiencia lo ayudó a crecer rápidamente.
“Mi papá me inculcó el amor por este deporte, él jugó en la división de ascenso con Atlético Mexiquense, Santos Laguna y La Piedad, siempre me alentó a jugar futbol, recuerdo que de chico me ponía a patear el balón, me llevaba a sus entrenamientos, ahí comencé a tener el gusto por la pelota. A los cuatro años de edad jugué en mi primer equipo. A los 14 estuve en una liga amateur y de ahí me mandaron a Coras de Tercera División, donde en un interescuadras Joel Sánchez me vio y me llamó para entrenar en el Ascenso MX”, relató.
“Entrenar con jugadores como el ‘Bofo’ Bautista, Ángel Zaldívar, Carlos Cisneros y Michael Pérez me ayudó mucho. Luego Mauro Camoranesi me debutó en la Copa contra la UdeG. José Luis González China me dio continuidad, con él debuté en la Liga y terminé el torneo como titular. En enero de 2016 (Hernán) Cristante me dio la confianza y seguí en el 11. Con Ramón (Morales) en el AP2016 no tuve mucha participación y en diciembre me dijeron que me presentara en Verde Valle para entrenar con la Sub 20, hice la pretemporada aquí y en la fecha tres disputé mi primer partido con Chivas en este circuito, estoy feliz por eso y voy por más en este gran club”, concluyó Armando González.
Fotos: Simon Barber