Gracias Dios y gracias futbol por esta oportunidad única de vida. Por mi mente corren imágenes claras de la grandeza de Chivas y hoy después de 6 meses de haber llegado como auxiliar técnico de Pepe Cardozo me siento feliz de corresponder a la genética de este equipo que a través de su historia siempre ha marcado la diferencia, jugando para gustar y ganar.
Corre por mi mente que gracias a la directiva encabezada por Amaury y José Luis, por establecer metas concretas de éxito, de trabajo en equipo y de conquista de logros importantes, mi compromiso como parte de este cuerpo técnico es aportar todo mi conocimiento para optimizar el rendimiento de cada jugador desde el punto de vista futbolístico, que sus áreas de oportunidad se fortalezcan a través de cada entrenamiento y la plática con cada uno de ellos, saber sus inquietudes, necesidades, miedos y alegrías, y poder dar un consejo que enriquezca su bienestar.
Después de no haber obtenido la primera meta que era calificar a la Liguilla no pregunto ¿por qué?, sino ¿para qué?, ya que en cada proceso existen recompensas que corresponden a la búsqueda permanente, inteligente, profesional y humana que con paciencia y trabajo deberán de llegar, con el compromiso de corresponder a la exigencia del club antes que cualquier otra cosa de cada uno de quienes forman parte de esta gran familia de Chivahermanos.
En este primer día de viaje las ilusiones se manifiestan al por mayor ya que el tener la visión clara de ser Campeón de este Mundial de Clubes 2108 mi corazón se acelera, late a mil por hora, mis sentidos se vuelven sensibles, cada detalle se magnifica pensando en un final lleno de felicidad, cada olor, cada palabra escuchada, desde la entrada al avión el sonido al abrochar el cinturón transporta a ese punto de conclusión, haciendo que mi piel se estremezca pensando en lo hermoso que sería lograr este gran sueño para millones de mexicanos, por eso me siento digno de formar parte de este gran equipo que con humildad e ilusión se presenta para afrontar este gran reto.
Aparecen flashazos de todo tipo y sabor sobre toda la trayectoria que he vivido después de 25 años de carrera en diferentes equipos del futbol mexicano, al lado de mi esposa y de mi hija que hombro con hombro hemos avanzado con paso firme hasta este momento y me viene a la mente “No hay camino que obstruya tu enfoque, sólo curvas que demoran el alcanzar tus metas en el momento preciso”.
Pero nada se compara con este momento, no hay nada que distraiga mi concentración para trazar la ruta precisa para enfrentar con inteligencia el primer partido contra Kashima; desde hace tres semanas nuestro enfoque se estableció en el Proyecto Kashima, vamos paso a paso y con el eslogan: “Si lo crees lo creas”.
Hemos llegado a Dubai, 14 horas de viaje desde Houston que han pasado sin darnos cuenta ya que en el vuelo charlamos, analizamos y programamos la manera de afrontar nuestro primer partido. Mi amigo Bernardo Cueva del área de inteligencia deportiva nos ha regalado el libro de “David Y Goliat”, que destaca el arte de luchar para conseguir tus objetivos.
El avión aterrizó y el recibimiento fue sensacional con una prenda típica de la región, algo que nos recordó la oportunidad de poder conquistar el campeonato en este país árabe que nos recibe con los brazos abiertos. Todos queremos la mejor foto, el mejor video, la mejor escena para guardar y compartir este gran momento con nuestros seres queridos a través de las redes sociales, vínculo que nos acerca a ellos con todo y la gran distancia de por medio.
No existe cansancio alguno. Tomamos el autobús a nuestro lugar de concentración para cenar y descansar. De aquí en adelante seguimos el camino por el sueño.