Relato en el Emirato

Al Ain, Abu Dhabi.- Son las 5:30 de la mañana en la ciudad. Comienza a escucharse en los megáfonos de la mezquita cercana a la sede de concentración el primero de los 5 rezos del día de los musulmanes. La religión es una prioridad en la vida diaria árabe. Las kanduras (túnicas blancas de manga larga y que llegan hasta los tobillos) alrededor de múltiples empleados del sexo masculino entre el hotel y elementos de seguridad llama la atención innegablemente de cada uno de los que integran la comitiva rojiblanca.

El salón donde se realizan las comidas grupales, cuyo menú se asemeja demasiado en oferta y sabor a lo que normalmente se consumiría de nuestro lado del mundo, está decorado con banderas de México y algunas imágenes de las Chivas, los meseros ataviados con sarapes y sombreros típicos de nuestras raíces demuestran que pese a las grandes diferencias culturales y la barrera del idioma no son un pretexto suficiente como para no darle una cálida bienvenida a quienes vienen de la tierra del mariachi y el tequila, y que no resientan tanto que están a más de 14 mil kilómetros de casa.

Al salir a la práctica del día llama la atención la obligatoria parada para escaneo de pertenencias que después de cada salida del lugar amerita al reingreso. Tres tonalidades cremas y pardas se apropian de las zonas habitacionales alrededor de todo el trayecto hacia la cancha de entrenamiento. Los letreros con escritura árabe en los señalamientos de tránsito, en los transportes oficiales y en los comercios retan a intentar entender qué dicen aunque los esfuerzos sean mera diversión más que noción real de su significado.

Banderas de los Emiratos Árabes Unidos de todos los tamaños inundan las calles de Al Ain tras la reciente celebración del día nacional (2 de diciembre) y sirven como un inmejorable recordatorio de la importancia del certamen que está por disputarse, la cita internacional que desde abril pasado el Guadalajara se ganó con todas las de la ley y ahora dejó de ser un sueño lejano y es una realidad en pleno Medio Oriente.

La llegada al sitio de entrenamiento también refleja la trascendencia del evento para la entidad, ya que la presencia de policía local, de personal de la FIFA y de más sujetos en kanduras apuntan hacia el mismo pensamiento. Tan lejos de casa, tan cerca del ansiado anhelo. Las palabras de Pepe Cardozo hacia el grupo enaltecen el sentimiento generalizado. Estos momentos son para los grandes y oportunidades como ésta muy pocas en la vida.

El hecho de que el Guadalajara sea el primer participante en la historia del Mundial de Clubes que cuente con un plantel 100 por ciento nacional no es casualidad, sino un aderezo extra para todo lo que está en juego. Chivas es México y una Copa del Mundo es una ventana hacia la inmortalidad. Hoy más que nunca necesitamos de un éxito hecho en casa para impulsar el hambre de trascender no sólo de la parcialidad rojiblanca, sino de toda una sociedad que encuentra en el futbol una expresión propia de amor por los demás, de familia, de unión y de sentido de pertenencia.

Somos 40 millones de fervientes creyentes en el producto nacional, no importa que no entendamos el idioma de los Emiratos ni que estemos tan lejos de nuestra patria, lo que realmente cuenta es la pasión que generamos entre tanta gente que no sólo vive por y para su Rebaño, sino que confía en que el porvenir promete y que este torneo de la FIFA aparece como una opción irrepetible de continuar cuesta arriba con la mira puesta en hacer lucir el gen que ha caracterizado a la institución desde los tiempos del Club Unión: hacer historia. A eso vinimos y en eso nos enfocamos.