Poseedor de una personalidad que impone respeto y por ende seguridad en la portería, Eduardo García descubrió desde muy pequeño sus cualidades bajo los tres postes y supo que eso marcaría su destino en la vida, pues incluso con todo y que fue Campeón estatal de natación, eso no fue motivo suficiente para dejar de lado lo que realmente lo hace feliz. A los 8 años llegó a la #CanteraRojiblanca y de ahí en adelante, con base en disciplina y trabajo, ha desarrollado sus capacidades como guardameta, lo cual paralelamente le ha hecho ser constante en las convocatorias de Selecciones Nacionales Menores.
Si bien su relevante actuación con el representativo tricolor en la Copa del Mundo Sub 17 de Brasil 2019 trajo consigo un 'boom' en cuanto a su popularidad, gracias a la sencillez que le fue inculcada en el seno familiar ha sabido manejar el mismo perfil de un joven enfocado, dedicado y con metas claras, pues es consciente que el esfuerzo día a día y la tenacidad son y serán claves para continuar firme en el camino a la Primera División con el equipo de sus amores.
Así comenzó todo
“Siempre he vivido por el Estadio Jalisco, en la colonia Independencia, y desde chico agarraba el balón y me ponía a jugar; mi mamá me regaló un balón de basquetbol, porque a ella le gustaba ese deporte, y en lugar de botarlo con las manos lo usaba con los pies. Había unas canchas de arena en el kínder cerca de mi casa y cuando mi papá llegaba de trabajar nos íbamos ahí a 'chutar', yo tenía como 4 años, y desde entonces como portero. En la primaria hacíamos las porterías con las mochilas y no faltaba el niño que llevaba el balón y si no había agarrábamos una botella y con eso jugábamos”.
“Mi primer equipo fue en la escuela que yo estudiaba, en La Salle, y fue algo curioso porque yo estaba en natación y se cruzaban los horarios y no podía hacer las dos cosas, iba muy avanzado en esa disciplina y había ganado una competencia estatal, pero me decidí por el futbol porque me gustaba más".
Del colegio al redil
“En un partido con el equipo de mi escuela en la Liga Córdica, Jorge Peredo estaba de visor de Chivas, me observó y le comentó a mi mamá que tenía talento para unirme a sus Fuerzas Básicas, por lo cual recibí la invitación formal y fui a hacer las pruebas, recuerdo que había mucho porteros, los fueron eliminando hasta que al último quedamos 3, nos dijeron que sólo se quedarían 2 y ya habían elegido a 1, y después de casi 2 meses de competencia me quedé con el otro lugar; me integré al club desde que inició el proceso de mi categoría en Décima División, tenía como 8 años”.
“Cuando estaba en Sub 13 no había porteros disponibles para Sub 17 y me tocó ir a un viaje con ellos, eran categoría 97 y fue la primera vez que viajé con alguien mayor, imagínate como estaba, eran compañeros 5 años mayores; al final, no llegó mi registro y no pude jugar, pero hice el viaje con ellos y fue una experiencia enriquecedora en varios aspectos”.
Más allá de nuestras fronteras
“Creo que somos afortunados aquí en Chivas por la posibilidad de disputar torneos en otros países; a mí me han tocado en Estados Unidos, Costa Rica, Chile, Brasil, Portugal, España, Italia, Alemania y Holanda, y todos me sirvieron para conocer otros estilos de futbol y para madurar como persona y como portero”.
El sabor del éxito como rojiblanco
“Durante mi proceso aquí en la cantera he podido ganar un Bicampeonato en Sub 13 y me tocó el título reciente en Sub 17 del Apertura 2019”.
Los obstáculos en el camino
“Creo que lo más complicado de estar en el futbol fue adaptarme al cambio de vida, de estar acostumbrado a que en familia hay mayor libertad en varios aspectos como los horarios de dormir o la comida, y el llevar una vida bajo una disciplina rigurosa, ya en términos profesionales, sí fue un cambio difícil, pero al final te ajustas a lo que sea necesario con tal de conseguirlo”.
La fuente de inspiración
“Tengo 2 motivaciones: la primera es mi familia, mi papá (Eduardo), mi mamá (Aidé) y mi hermano (Isaac), y la segunda, que es la que me da más fuerza, es demostrarle a todo el mundo lo que los mexicanos somos capaces de hacer”.
La querencia llama
“Mi amor por Chivas es de toda la vida, desde que nací ya me vestían de Chiva, conforme fui creciendo y veía los partidos esa pasión e identidad con el club incrementó mucho. Todos en mi familia son muy futboleros y le van a las Chivas, esa afición me la inculcaron siempre y eso influyó en mi gusto por el futbol y por el Rebaño Sagrado".
Entre los 2 equipos de puros mexicanos
“Mi primera convocatoria a la Selección fue en Sub 15, ahí estuve como 1 año y medio o 2, de ahí pasé a Sub 17 y fue un proceso muy largo de 3 años y medio para llegar al objetivo que fue el Mundial".
La Copa del Mundo Sub 17 de Brasil 2019
“Yo estaba muy emocionado desde que supimos el grupo en el que íbamos a estar y contra quiénes jugaríamos, teníamos claro que conseguiríamos algo importante, estaba muy motivado para hacer bien las cosas y conforme avanzó el torneo todos nos dimos cuenta que podíamos hacer algo grande. En la Semifinal cuando atajé el último penal frente a Holanda no supe cómo reaccionar, me bloqueé de tanta emoción y cuando vi a mis compañeros fue que aterricé. Teníamos la esperanza de ir por el título, pero fue después del partido contra Japón en los Octavos de Final que nos llenamos de confianza, porque no nos achicamos, ya les habíamos ganado en un amistoso y podíamos hacerlo otra vez”.
Sorpresiva popularidad
“No me lo esperaba, estaba disfrutando el pase y de repente un compañero me preguntó que si ya había visto la cantidad de seguidores nuevos que tenía en redes sociales, me emocioné tanto porque eso significaba que todo mi trabajo estaba dando frutos e incluso esa noche no dormí”.
“Siempre lo vi como una motivación porque como futbolistas queremos que todos nos conozcan, eso me impulsó a ir por más cosas porque hacer algo tan grande como lo que me tocó vivir (en la serie de penaltis ante Holanda), es lo mínimo que puedo hacer ahora, de ahí para arriba, siempre he tratado de ser la misma persona, yo siempre voy a tener le misma esencia porque así es mi forma de ser y mi familia me lo ha inculcado".
Un mote de rebote
“El apodo de 'Dragón' me lo puso el preparador de porteros Tomás Toxqui en mi primer o segundo año aquí Chivas; hubo un compañero al que así le decían y él me dijo que yo me parecía mucho, no sé si en la forma de jugar o físicamente, pero se me quedó”.
El modelo a seguir
“Admiro mucho a Cristiano Ronaldo, me identifico con él porque a pesar de todas las dificultades que tuvo en su vida nunca dejó de luchar por sus sueños, estaba enfocado y nadie lo sacó de lo que quería; yo también estoy dispuesto a conseguir lo que quiero y a trabajar las horas que sea necesario y hacer lo que sea por lograrlo”.
Mucho recorrido por delante
“Todavía no me han llamado para trabajar con Primera División, pero aquí estamos haciéndolo de la mejor manera posible donde me toque estar para entrenar con ellos en un futuro no muy lejano, creo que a todos los de mi categoría el simple hecho de un llamado a entrenar o para una charla es emocionante, es nuestro principal objetivo y a todos nos llena de ilusión poder crecer y ganarnos un lugar ahí”.
“Siempre me pongo objetivos muy altos para no conformarme con lo que he logrado; el Mundial fue muy importante, pero a fin de cuentas fue sólo el inicio, falta mucho camino por avanzar, varios objetivos por lograr y eso es lo que me mantiene en la misma línea siempre".
La proyección personal
“Quiere ganar todos los torneos en los que participe en la categoría que sea y viendo más a futuro anhelo llegar a Primera División, pelear por un puesto en el plantel, mantenerme, luego ser titular y conquistar todos los títulos posibles; ya yendo mucho más allá quiero ir a Europa y también ganar un Mundial con la Selección Mayor, eso me ilusiona mucho”.