Pese a que en la cédula terminó como autogol, el tanto que significó el 3-1 de Chivas sobre Pumas fue una auténtica obra de arte. La pelota pudo ser empujada por un rival, por un delantero que llegó tarde y la tocó con el hombro, por el mismo aire o una irregularidad en la cancha, y aún así sería una acción digna de enmarcar.
Fueron 18 pases ininterrumpidos por parte del Rebaño Sagrado, pero hay más cosas que destacar y a continuación te las contamos.
El personaje clave en esta jugada fue Alexis Vega, quien más allá de tirar 3 taquitos en un espacio de 10 metros, logró desajustar la defensa universitaria.
¿Cómo logró eso nuestro nalgón de oro? Aquí están los factores más importantes:
1. La combinación entre el 10 y Alvarado aportó varias cosas, basta con ver los 5 jugadores universitarios que se acumularon esa zona cuando comenzaron a tirar paredes. ¿Para que sirve el juntar rivales en un sector? Justo para liberar el lado contrario, donde Brizuela apareció con mayor libertad y ante solo 1 rival.
2. Después viene la importancia de Sergio Flores y Fernando Beltrán, quienes complementaron el gran trabajo colectivo previamente realizados, ya que ‘Checo’ detecta el movimiento de ‘Nene’ y este último realiza una genialidad al obligar a un central a saltar a presionarlo para posteriormente dejar correr el esférico hacia donde estaba Zaldívar, quien sacó provecho de su posición para terminar de explotar el lado débil de los felinos.
3. Brizuela utiliza su gran habilidad en el 1 a 1 y gana espacio para sacar un centro que es desviado por Gil Alcalá, para el 3-1 definitivo.
Por último, hagamos mención especial de los más participativos, ya que como te lo comentábamos hace un rato, la jugada consta de 18 pases y hubo 3 jugadores del Rebaño que predominaron en la creación de la acción.
1. Alexis Vega con 4 toques más el robo del balón para iniciar la jugada.
2. Roberto Alvarado intervino 4 veces en la del gol.
3. Fernando Beltrán acumuló 3 pases y la pantalla en el cierre de la acción