A sus 15 años, Salvador Vázquez ya sabe de esfuerzos. Llegó desde San Luis Potosí para realizar su prueba, junto a muchachos de la generación 1992.Desde su llegada al hotel de concentración todo parecía normal estuvo en la charla técnica, ahí se enteró de que su equipo sería el de las casacas rojas, cenó junto al resto de jovencitos, pero momentos antes de irse a dormir, volvió a atacarle una dolorosa migraña que padece desde hace tiempo.
Fue atendido de inmediato por el Doctor Mario Robles, quien le sugirió descanso, lo que para Salvador significaba perderse la oportunidad que había estado esperando: "Desde niño padezco de migraña, pero venir a probarme en Chivas era algo que yo quería hacer desde hace mucho y no podía perder esta oportunidad, ni con la migraña ni nada dejo de estar aquí" relata un agotado Salvador, después del entrenamiento vespertino en el Club de la Primavera.
Mira su hoja de evaluación, y hace una mueca como si estuviera conciente de su destino, así continua contando por que tomó la decisión de continuar con sus pruebas: "Venir desde San Luis para nada? No, sentía que por la mañana iba a estar mejor y desde ayer en la noche dije como sea, pero hago las pruebas".
Por las circunstancias que lo rodearon, quizá Salvador Vázquez no haya sido el más destacado de la categoría 92 en Sangre Nueva, pero nadie le pudo borrar la sincera sonrisa en el rostro cuando tomó sus zapatos de futbol y se levantó de la banca diciendo: "Hice mi mejor esfuerzo".