Fue un 4 de mayo cuando la Perla Tapatía vio partir a la figura que inició el legado de los grandes protectores de la portería rojiblanca. Y quien, por si fuera poco, tuvo sus inicios muy lejos de los 3 postes, pero sí cerca de la red.
Don Jaime ‘Tubo’ Gómez nos dejó un día como hoy de 2008, a los 78 años, día donde volvió a volar ahora en otro plano, como lo hiciera en su natal Manzanillo, Colima, donde destacó como voleibolista. Este deporte lo ayudó a desarrollar su inigualable salto, que aprovechó para también perfeccionar un potente remate que vencía hasta a un triple bloqueo.
A pesar de sus orígenes colimenses, representó a la Selección Jalisco de voleibol en distintas ocasiones, la primera de ellas en el Campeonato Nacional de Primera Fuerza en Puebla, donde se ganó su inolvidable apodo cortesía del periodista Fernando Cortés de la Peña, quien no dudó al afirmar: “este jugador realmente le pega con un tubo a la pelota”.
Pero si hubo algo que le robó el corazón fueron el futbol y el Club Deportivo Guadalajara, lo que originó que abandonara las duelas para ponerse los guantes, enfundarse con el dorsal 1 rojiblanco y marcar una época inigualable al día de hoy.
Bajo su resguardo, el único y verdadero Campeonísimo del futbol mexicano erigió su leyenda con 6 campeonatos de Liga, hasta sumar 22 en su palmarés. Copa México, Campeón de Campeones, Copa Challenger y varias más. Gracias a esto y a sus infranqueables presentaciones en la cabaña tapatía fue que disputó dos Copas del Mundo: Suecia 1958 y Chile 1962.
Aunque bien vale la pena recordar el momento que lo inmortalizó y lo catapultó como uno de los favoritos de la Nación Rojiblanca. El 24 de abril de 1955 en un Clásico Tapatío en el que Chivas (como de costumbre) barría a sus vecinos de la ciudad, al grado de que los Zorros no tocaban ni el balón, al ‘Tubo’ se le ocurrió dirigirse a la grada durante el partido y pedir prestada una revista, luego regresó a su portería y se sentó recargado sobre uno de los postes para leer la más reciente publicación de Memín Pingüín que un aficionado le prestó.
Don Jaime, siempre será recordado por su gran talento bajo los 3 postes y por sus permanentes muestras de cariño al Club Guadalajara. Su aporte fue fundamental para cimentar la grandeza de nuestra institución y por eso, siempre será reconocido y muy querido por la Nación Chiva.