Si el apoyo y la presencia de los padres de familia, resulta fundamental para la motivación de los jugadores que disputan la XVI edición de la Copa Chivas Comex 2009, el trabajo de los Visores es clave para que al final de cuentas, se hable del éxito del evento.
Los encargados de observar a los jóvenes talentos que pueden ingresar a las Fuerzas Básicas de Chivas, no detienen su actividad desde minutos antes de las 9:00 horas. Ya se alistan para colocarse estratégicamente en cada cancha del complejo de Maracana y San Siro.
Atentos en todo momento al desarrollo de los partidos , toman la tableta y no dejan de tomar apuntes. Las jugadas más vistosas y espectaculares son poco de llamar la atención para ellos. La referencia se centra más bien, en la técnica, velocidad e inteligencia que muestra cada jugador a la hora de estar en la cancha.
La considerable cantidad de personas que se reune en los complejos de Maracana y San Siro, no debe alejarlos de la concentración que han mantenido a lo largo de la semana. Intercambian puntos de vista, con quienes se encuentran en el camino, saludan de mano o a la distancia, según sea el caso. Pero el trabajo debe continuar, pues hay más de ocho partidos simultáneos en cada sede y pactados en distintos horarios.
Como es natural al intervenir en un evento masivo, incluso entre los mismos Visores del Club Guadalajara, se trunca por un buen lapso de tiempo la comunicación. La XVI Copa Chivas Comex los obliga a mantener un ritmo acelerado, pero la reunión de cada cierre de jornada, hace volver al contacto diario.
Ahí en la sobremesa improvisada, no se toca otro tema que no sea el futbol, el desempeño de los jugadores observados, incluso las anécdotas de una intensa jornada laboral, capaz de hacer esbozar una buena sonrisa a más de uno.
Pero al final, hay que planificar lo que será el siguiente día. La distribución de canchas para cada uno, la observación especifica de jugadores por categoría. Todo es parte del trabajo, un trabajo que año con año suele ser excelente, a pesar de perderse día a día, entre una multitud que los abruma.
