Verde Valle no estuvo para pedirle nada al ambiente futbolero que cada ocho días inunda a los estadios del Futbol Mexicano. Había de todo, afición, colorido, futbol, e incluso los tradicionales antojitos propios de la gastronomía mexicana, como los suculentos tacos y las deliciosas tortas. El marco no era para menos. La celebración por décimo séptimo año consecutivo de la Copa Internacional Chivas, merecía eso y más.
La casa del Rebaño, estaba convertida en una auténtica verbena popular. Los pasillos, por lo regular de fácil acceso, en esta ocasión fueron de difícil tránsito, por la gran cantidad de personas reunidas que se confundían entre los aficionados que llegaron a presenciar una buena tarde de futbol, y las delegaciones asistentes a la ceremonía de inauguración, previa al encuentro estelar de la jornada de arranque de la Copa Internacional Chivas Bimbo 2010. Además la presencia de las mascotas de los Juegos Panamericanos 2011 el Agave, el León y la Huichola, recordaban lo que pasará en la capital de Jalisco el año entrante.
Como se atiende a todos los invitados de la casa, Chivas no escatimó en atenciones para las delegaciones participantes en su torneo, y mandó eregir una zona especial, que destacó justo atrás, y por el costado izquierdo a la cancha Fausto Prieto de Verde Valle. Las sonrisas de los distinguidos visitantes lo decían todo, estaban felices. Listos para presenciar un buen partido de futbol entre Guadalajara y Monarcas Morelia.
Las nacionalidades tampoco importaron. Chilenos, japoneses, brasileños, franceses y por supuesto mexicanos, unieron esfuerzos para echar a andar uno de los torneos juveniles más importantes a nivel mundial, título ganado a pulso por la Copa Internacional Chivas durante los últimos 17 años.
Dentro de la cancha, los dos equipos se nulificaron con sus respectivas armas. Un cero a cero que no dejó contento a ninguno de los dos cuadros. Ya llegará el sábado para recuperarse, pues una vez más, la Copa Internacional Chivas ha demostrado que sobrevive al paso del tiempo para destacarse como un torneo consolidado y competitivo.