Conforme pasan las categorías Sangre Nueva Chivas Bimbo 2010, el nivel competitivo aumenta, así se pudo constatar la mañana de este jueves, cuando los jóvenes jugadores de la categoría 1993 iniciaron su proceso de visoria en las instalaciones de Chivas Chapalita, ya que los movimientos por parte de los futbolistas fueron más coordinados, con mejor lectura e idea de juego, además de precisión en los toques e intensidad al momento de la disputa por la pelota.
La primera sesión del día fue dividida en dos partes, el primer grupo inició su entrenamiento en punto de las 9:00 horas con ejercicios de conducción de futbol en espacios reducidos, donde se pudo observar aspectos técnicos de los aspirantes de Sangre Nueva Chivas Bimbo 2010. El segundo grupo inició su preparación una hora después elaborando los mismos ejercicios.
Conscientes de la completa concentración que deben tener los jugadores en todo momento dentro del terreno de juego, los familiares que acompañaron a los aspirantes, se mantuvieron en silencio en todo momento, expectantes ante la forma de entrenamiento, los gritos de aliento y ánimo está vez se guardarían para los encuentros de la tarde, en la prueba final, las más importante para sus muchachos.
Conforme transcurrieron los minutos, el extenso y arduo entrenamiento indicado por los visores del Rebaño comenzó a mermar el rendimiento físico y mental de los jugadores, por lo que el médico de cancha de Sangre Nueva Chivas Bimbo 2010, el doctor Mario Robles, tuvo que auxiliar a algunos jóvenes en su mayoría afectados por mareos y fatiga muscular, ocasionados por la actividad física de los jugadores, quienes no habían estado habituados a este tipo de desgaste.
Al final, los jugadores entregaron su mayor esfuerzo y se reportaron listos para la tarde, cuando tengan su encuentro interescuadras en dos tiempos de 25 minutos, donde tendrán la última oportunidad de demostrar ante los visores de Chivas todo su talento futbolístico, pero sobre todo, el deseo de mantener su sueño intacto, ser parte de las Fuerzas Básicas del Club Guadalajara.
