29 de diciembre marca una fecha especial para la Nación Rojiblanca, y es que un día como hoy pero de 1929, nació Jaime ‘Tubo’ Gómez, una de las figuras más emblemáticas en la historia de Club Deportivo Guadalajara.
Originario de Manzanillo, Colima, Gómez comenzó su vida deportiva lejos de los tres palos, destacándose primero como voleibolista gracias a su salto explosivo y fuerza, cualidades que lo llevaron a ganarse el apodo de ‘Tubo’ en un campeonato nacional gracias a la frase de un periodista: “¡este jugador realmente le pega con un tubo a la pelota!”.
Sin embargo, fue el futbol y el amor por los colores rojiblancos lo que atrapó su corazón. Decidió entonces dejar la duela para colocarse los guantes y defender con orgullo la portería de las Chivas, posición en la que no tardó en forjar un legado inolvidable.
Con el dorsal número 1 del Guadalajara, Gómez se convirtió en un pilar del legendario Campeonísimo, contribuyendo a que el club alzara 22 títulos en total, incluyendo seis campeonatos de Liga, Copa México, Campeón de Campeones, Copa Challenger y otros trofeos que cimentaron una época dorada del Rebaño.
Su presencia bajo los tres postes fue tan determinante que también fue convocado con la Selección Mexicana para las Copas del Mundo de Suecia 1958 y Chile 1962, reflejo de su calidad y entrega inquebrantable.
Entre las anécdotas que lo consagraron en la memoria de los aficionados está aquella del 24 de abril de 1955, cuando, en un Clásico Tapatío dominado por Chivas, el ‘Tubo’ se permitió sentarse en su portería a leer una revista prestada, confiado en que el rival no lo inquietaría, gesto que hoy forma parte del folclore Rojiblanco.
Hoy, recordamos con profundo cariño y respeto a Jaime ‘Tubo’ Gómez, no solo por su habilidad y valentía bajo los tres postes, sino por el compromiso y pasión inquebrantable con los colores que defendió con honor. Su legado vive en cada rincón, en cada corazón Rojiblanco y en la historia misma del club.






